Pasión Vega - Habaneras de Cádiz




Desde que estuve, niña, en La Habana
no se me puede olvidar
tanto Cádiz ante mi ventana, Tacita lejana,
que aquella mañana pude contemplar.
Las olas de La Caleta,
que es plata quieta,
rompían contra las rocas de aquel paseo,
que al bamboleo
de aquellas bocas,
allí le llaman El Malecón.
Había coches de caballos,
era por mayo,
sonaban por la Alameda, por Puerta Tierra,
y me traían, ay, tierra mía,
desde mi Cádiz el mismo son.
El son de los Puertos,
dulzor de guayaba,
calabazas, huertos...
Aún pregunto quién me lo cantaba.
Que tengo un amor en La Habana
y el otro en Andalucía,
no te he visto yo a ti, tierra mía,
más cerca que la mañana,
que apareció en mi ventana
de La Habana colonial
to Cádiz, la Catedral,
La Viña y El Mentidero,
y verán que no exagero
si al cantar la habanera repito:
La Habana es Cádiz con más negritos,
Cádiz es La Habana con más salero.
Verán que tengo mi alma en La Habana,
no se me puede olvidar,
canto un tango y es una habanera,
la misma manera
tan dulce y galana
y el mismo compás.
Por la parte del Caribe,
así se escribe,
cuando una canción de amores,
canción tan rica,
se la dedican los trovadores
a una muchacha o a una ciudad.
Y yo, Cádiz, te dedico
y te lo explico
por qué te canto este tango
que sabe a mango,
de esta manera
esta habanera
de piriñaca y de Carnaval.
Son de chirigota,
sabor a melaza,
Guantánamo y Rota...
¡Que lo canta ya un coro en la plaza!

Antonio Burgos Belinchón / Carlos Cano - Habaneras de Cádiz

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