Me dijo una gaditana:
"dedícame una letrilla,
pues tus canciones me agradan
sólo por ser tan sencillas".
Si tú tuvieras ventana,
te cantaría mi odisea,
pero resulta, serrana,
que vives en la azotea.
Así es que, paisana,
ni yo soy cantor ni tú tienes ventana,
ni en Cádiz hay un río
que son los que suelen las coplas llevar,
pero si los ríos al mar desembocan
resulta que a Cádiz vienen a parar.
En ese caso, ve a la playita
y elige tú la que sea más bonita.
¿Cómo quieres que te cante
ni te escriba versos, lucerito mío,
si es que yo pierdo a tu vera
toa las tapaeras que tiene el sentío?
Y además, ya te lo he dicho,
que no te hace falta que te hagan canciones,
que sin ríos ni ventanas,
es la mujer gaditana
el amor de mis amores.
Francisco Alba Medina - Comparsa "Los Hombres del Mar" (1965)
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