Me he casao,
ya por fin lo he conseguío,
mi novio de toa la vida
se convierte en mi marío.
Este anillo,
símbolo de compromiso,
demuestra también
de que se venció
al que piensa que esto está mal visto.
Si al mirarlo a los ojos
no se lo que me entra,
me da todo lo que no me ha dao nadie,
aunque la iglesia no quiera.
Pena da, la conciencia que sigue estancá,
más de una cucaracha,
hasta nos excomulgaban.
Para ellos su doctrina
no me da sitio entre los cielos,
ni soy digno de casarme
ni entrá en la casa del Nazareno.
Ven como enfermedad
nuestra tendencia, nuestra forma de amar.
Si la pasión entre dos
no entra en la razón de los altares,
me da lo mismo,
deja que hablen
mientras que estemos los dos juntitos
hasta que la muerte nos separe.
Enrique García Rosado - Chirigota "Gracias a Zapatero nos dimos el sí quiero" (2006)
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