Sentao en el sofá,
con su cara de pillo,
me preguntó: papá,
¿qué era tu diversión
cuando no había televisión,
a qué jugabas de chiquillo?
Con imaginación,
cuando tenía tu edad
yo escuchaba la radio,
que me dejaba soñar
cómo metía el gol
por to la escuadra un tal Kubala,
o un pase natural
de Aparicio en la Maestranza,
ay, con qué imaginación.
Entre grietas de adoquín
jugábamos a las bolas los ratos de sosiego,
ya que entonces había que ir
to las tardes al colegio.
Como no había ordenador
con letras fluorescentes
escribíamos a porfía,
contoneando una greca, letras de caligrafía.
Con las piezas de un mecano
le daba rienda suelta a mi mente.
Bailaba el trompo sobre mi mano,
jugué a la lima, guiaba el aro
y le arranqué plata desangrada
a las entrañas de la Alameda.
Me gustaba pasear, me encantaba el futbolín,
y cuando podía juntar
me iba a ver Bostele en el infantil.
Papá, y ¿por qué no me compras algo
de esa infancia que tú has vivío?,
que aunque hoy no me falte de nada
esperando el mañana yo estoy aburrío.
Joaquín Quiñones Madera / José Martínez González - Comparsa "Noche de Falla" (1994)
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