Entre las flores
de un jardín bello 
nació una rosa, 
tan rebonita 
que hasta el agüita 
que le caía, que le caía
se contagiaba de su perfume 
de flor hermosa, 
que aquella agüita, 
agua bendita 
se convertía, se convertía. 
Su jardinero la fue mimando 
igual que a un niño 
y hasta cariño 
le iba tomando día tras día,
la fue cuidando con gran esmero 
y el jardinero sin su rosita ya no vivía. 
Pero en una mañana
que muy confiado al viento se mecía,
una mano malvada se le encaprichaba 
y la arrancaría. 
Y al ver su jardinero 
que no estaba en su rama 
muriéndose de celos 
en su dolor así la lloraba: 
Rosa, ay, dime dónde estás rosita,
de mi jardín la más hermosa,
fragante y primorosa,
di que mano maldita 
te ha arrancao la vía;
rosa, sin ti el jardín ya no reluce,
ni brotará ese aroma dulce 
que de tus petalitos 
tan requetebonitos el aire percibía. 
Quien de tu rama, ay te arrancaba,
no sabía que a ti sin vida te dejaba 
y de mí se llevaba
lo que en el mundo más quería.
Antonio Martín García - Comparsa "Capricho Andaluz" (1973)


que bonito y precioso pasodoble, ¡ genial !
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