Comparsa "Los Pimpis de Cai" (1982) - Presentación




Como el que echa al mar su anzuelo,
aún mantengo la esperanza
de que entren barcos en puerto
y no vivir de esta añoranza.

Llevo esta ciudad
tan dentro de mí,
que por mucho que me digan
que ser pimpi es mala vida
no puedo renunciar a ti.
Bien lo sabe Dios,
lo mío no es pasión,
que es tal el enjambre de locura
que donde clava amarguras
rosas brotan en tu honor.

Te llevo en el sentío,
Tacita mía, cuánto te quiero.
Ay, ay, ay, tus Carnavales
me tienen prisionero.
Bendito sea el sinvergüenza
que con el alma canta a su pueblo.

Ay, ay, ay, Tacita mía, cuánto te quiero.
Ay, ay, ay, tus Carnavales
me tienen prisionero.
Bendito sea el sinvergüenza
que con el alma canta a su pueblo.

Antonio Bustos Pavón - Comparsa "Los Pimpis de Cai" (1982)

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