Vivir en democracia es una meta
que todo ser humano
quiere alcanzar,
decir lo que se quiera
o que se sienta,
sin que después te metan
en un penal.
Me dijeron que un día
que hace ya tiempo
unos chirigoteros
del Carnaval
murieron por hablar
de sus sentimientos,
cortaron de raíz
su alegre cantar.
Cuando se mata en justicia
nadie debe de ampararse
bajo la mano de Dios,
porque Dios a nadie manda
a matar sin compasión.
Cada cual, cada cual
es el dueño de su propia vida,
y debe de saber la medida
con la que se puede administrar,
pero además ser cristiano
por convencimiento,
debe darle
a los sentimientos
más respeto por la libertad.
Enrique Villegas Vélez - Comparsa "Los Comuneros" (1983)
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