El corazón me llora de sentimiento,
mi patria al contemplar,
con lo que está ocurriendo,
que hace temblar de espanto a cualquier racional.
En el humilde pueblo de Casas Viejas
un trágico suceso se declaró,
causa de las violencias y desaciertos
que sufre con paciencia nuestra nación.
En dicho pueblo,
lo mismo que en Castiblanco,
el justo muere
y queda vivo el tirano.
Las consecuencias tienen que servir de ejemplo
y nadie culpe con saña
que la situación de España
lo dice a cada momento.
Esa es la funesta obra
de una prensa de libertad,
y lo decimos, llena de hipocresía,
que a cambio de cultura nos da maldad.
Sobre las conciencias mucho ha de pesar
la sangre derramada de mis hermanos
mientras que los culpables saben callar.
Juan Ragel Jiménez / Eduardo Martínez Trujillo - Coro "Los Fakires Indios" (1933)
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