Desde chiquillo,
con los niños, tos sentaos en el escalón,
igual que Carmela,
canta Flamenco
y se asoman las vecinas al balcón.
Delgaíllo y más chico que un tapón,
revoltoso pero de buen corazón.
Este niño me saldrá a mí cantaor,
decía su madre.
Y se iba a pescar
y a cantarle al viento
desde su piera de las gaviotas,
mira al horizonte,
siempre soñando su mente loca
cantar por el mundo
y ser artista profesional.
Y el chiquillo creció
entre palmas y compás,
y su barrio calé
fue su Universidad.
Y Juan Ramírez Sarabia
ahora es un gran maestro del cante,
le dicen Chano Lobato
en el mundillo del arte.
En la calle de la Botica
hace muchos años ya
de una familia sencilla,
trabajadora y honrá,
nació un chiquillo travieso
cantando Flamenco
con voz desgarrá.
Pedro Romero Baro / Aurelio del Real Germán - Comparsa "Solera, Duende y Misterio" (1990)
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