Mando hacia ti una barquilla
con una carta de amor;
trátala bien, sentrañas mías,
que he puesto toda mi ilusión.
Como no encontraba perlas,
puse estrellas y un coral,
un corazón y una fecha:
Catalina y Sebastián.
De noche yo te veo desnuda,
con la piedra de tu piel.
Quién pillara esa cinturita,
he pensado alguna vez.
Cuántas algas deshojé
al borde del espigón.
¿Me querrá o no me querrá?
Sí, que no, que sí, que no.
Ay, por tu mare, Balneario,
toma y dale este mensaje:
"cuando no haya luz del Faro
yo te espero entre el aguaje".
Ay, Virgencita de La Palma,
anda, échame un capote,
que si no tengo a esa niña
yo me tiro por los bloques.
Ay, una barca va hacia ti
y nada la detendrá.
Si salió al amanecer
tiene que estar al llegar.
En el sobre pone en grande
para Catalina, real burgaillo.
No seas tonta y ábrelo
que para ti en el interior,
un beso hay, un beso, amor,
hay un beso como un castillo.
Antonio Martínez Ares - Comparsa "Los Templarios" (1999)
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