Del interior de América hemos llegado
a visitar a España la más grandiosa
tierra de la hidalguía
y madre cariñosa.
De este bendito suelo un día lejano
sale uno de sus hijos de más valor
y con un crucifijo y espada en mano
le da a España un nuevo mundo
que empieza en San Salvador.
Es justo que en América recordemos
que le debemos a España lo que valemos
porque si él no llega a civilizarnos
tal vez no se sabría
que había más seres humanos.
Por eso al español
le llamamos hermanos.
Así es que sentimos
la mar de alegría
al vernos reunidos alegremente
en la mejor ciudad de la Andalucía.
Cádiz, Cádiz mío,
cómo resplandeces,
no te creas que yo te di en el olvido
pues vuelves a reinar como te mereces.
Manuel López Cañamaque - Coro "Los Jefes Indios" (1929)
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