Los hombres no debemos llorar
ni olvidar nunca que somos hombres
para que no se pueda asomar
el niño que en tus adentros se esconde.
Hay hombres niños y hay niños muy hombres
que se hacen hombres todos los días
y que en la calle a todas horas se juegan la vida.
Juegan a pedir, a robar o dejarse tocar
y cada día repiten.
Juegan a buscar el pan
que nunca encontrarán
porque hasta Dios juega con ellos al escondite.
Yo que tuve la gran suerte
de ser niño y de tenerte
y de hacerme un hombre a tu vera,
agradezco a mi destino
disfrutarte en mi camino
y que fueras siempre mi bandera.
Hoy dejo salir al niño
para preguntarte cómo pago tu cariño,
cómo te pago mi orgullo de hombre,
de llevar tu sangre, tus apellidos
y hasta tu nombre, y hasta tu nombre, y hasta tu nombre.
Antonio Pedro Serrano Álvarez / Enrique García Rosado - Comparsa "Mi Cai Chiquito" (2008)
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