En la cara oculta
de los Carnavales
se esconde la imagen
de un gran personaje.
No existe en la fiesta
labor más ingrata
que el que sale a postular
a veces por un real.
Con un viejo colaor,
gritando a desgañitar,
entre las gentes a empujones:
¡La voluntad!, que esto es pa los botones.
Tienen un don especial,
aunque sea un contradios,
es su honrilla ser sinvergonzones.
Su clásico pregón:
¡las coplas!, ¡las premiá!,
¡ay, niña, vámonos!, no seas malaje.
Es fiel y servicial,
levanta la moral,
y el que nos pone bien
con el mollate.
Con su viejo disfraz
de cualquier Carnaval
el postulante es
nuestro gran talismán.
Justo es reconocer
que no le hacen honores,
si triunfamos en escena
llorará entre bastidores.
Joaquín Quiñones Madera / Aurelio del Real Germán - Comparsa "Los Dioses del Olimpo" (1982)
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