Quizás no fuera
un gitanillo de raza pura,
ni tan siquiera
tuvo a su vera
quien le enseñara, quien le enseñara,
pero en el cante se consagró la mejor figura,
Manuel Ortega o el Caracol,
como le llamaban, ay le llamaban.
Con ese arte
de to el que nace
en Andalucía,
con ese rango
que fue heredando
tan gaditano,
el rey del cante le llamarían
hasta que un día
se quedó el cante sin soberano.
Y mientras que en la Tierra
toda España entera
lo está lamentando,
el Cielo lo celebra
y con una juerga
lo está festejando:
Ramón Montoya toca
garboso la guitarra
y el Caracol se canta
mientras le baila
Carmen Amaya.
Ole, una vez más te digo ole
al recordar cómo cantabas,
rey de los cantaores,
con esa voz gitana
cantes caracoleros;
ole, y una vez más yo me emociono
si en tu recuerdo me abandono
y contemplo tu figura
cuando con gran ternura
cantabas carcelero;
ay, carcelero,
abre las puertas del presidio,
que yo tampoco verme quiero
llorando por las calles
como si fuera un chiquillo.
Antonio Martín García - Comparsa "Capricho Andaluz" (1973)
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