Las sirenas de los mercantes
daban a Cádiz los buenos días
y llegaba café y tabaco
que a nuestros muelles les daban vía.
Y es que Cádiz estaba vivo
cuando olía a carbón,
comerciantes de azúcar y vino
y esos buques al vapor.
Astilleros dando trabajo
a tubero y fresador,
y el Cristo de Tabacalera
que despertaba San Juan de Dios.
Historia, eso ya es historia
desde que llegaron los de los partidos,
la rosa y la gavïota
que a la clase obrera aquí han destruío.
Luchando sólo por sus siglas
han dejao a mi tierra tirá en un rincón.
Maldita sea la suerte y la desgracia
que gobernantes en democracia
mande a mi gente pa Castellón.
Que yo no quiero ni a Franco ni a esos mangantes,
yo quiero a Cai como era antes,
que estaba vivo y olía a carbón.
Rafael Pastrana Guillén / José Ramón Zamora Cabeza - Coro "La Conga Santiaguera" (2006)
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