Por más que inventen en la Tierra
por mucha cencia y sabios a una,
como el parto de una mare
no hay na que iguale
tanta hermosura.
Confieso que siento mieo
cuando en este mundo veo
tantísimos adelantos,
que tanta sabiduría
en los hombres de hoy en día
a mí me produce espanto.
Que ya está bien que se invente
to lo que sea suficiente
pa combatí las enfermeades,
pero un hijo del alma
brota de las entrañas
del vientre de una mare.
Y ante esto no comprendo como la cencia
rebusca y experimenta
haciendo extrañas criaturas,
luchando así contra la naturaleza
que frente a to lo que inventan
es más sabia que ninguna.
Ay, moreno, calé o rubio como el sol,
a un hijo se quiere tal como su mare lo parió.
Y hoy apretando un botón
tiene usted un hijo a capricho
sin padecer el dolor
ni recibir el calor
con que su mare los hizo.
Yo que gitano nací
de los inventos me olvío
y mi gitana los pare tos de raza calé
y to la cencia no los pue hacer
mejores que mis hijos.
Antonio Martín García - Comparsa "Encajebolillos" (1991)
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