El Nazareno Greñúo
del barrio Santa María
sigue escoltado hoy en día
por cinco flechas y un yugo,
por cien bastones de mando,
por alcaldesa y alcaldes
que van con él desfilando
y el cielo se le hace tarde.
Cuando miro al Nazareno
mecido en los hombros
de los hombres míos,
los hombres que cargan
con la cruz a cuesta de Jabonería,
me pregunto si ese hombre
mecido en los hombros
de los hombres míos
será aquel que dicen
o será cualquiera
de todos los hombres.
Sólo sé que cuando sale
de Santa María
veo tanta hipocresía
que no tiene nombre.
Y cuando miro al cielo
siguiendo al Nazareno.
escupo en cada palco
porque me da asco
de esa idolatría,
y cuando miro al cielo
siguiendo al Nazareno
pa mi digo y profano:
si fuera cristiano
no lo aguantaría.
Siguiendo al Nazareno
y a los que van junto a él
miro al cielo y digo: Padre,
dime por lo menos
quién es malo y quién es bueno
porque así no puedo creer.
Juan Carlos Aragón Becerra - Comparsa "Los Ángeles Caídos" (2002)
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