Tú sabes, cielo mío,
que aunque soy gaditano,
yo vi la luz de esta tierra
desde la calle Goleta,
que el Cristo por quien suspiro
es el Rey de los Gitanos,
que nunca me bautizaron
los curas de la Caleta.
Pero hoy dedico mi copla
a tu puerta Capuchinos,
a los viejos mostradores,
profesores del compás,
a tus patios de vecinos
y a esa Virgencita buena
que se come to las penas
de tu gente en Carnaval.
La Palma, esquina Misericordia,
al abrazo de un Balneario
y a un Castillo presidiario
arribita de la Gloria.
Balcones que se caen de claveles,
don Antonio y Paco Alba
y a las mañanas de plaza
por Hospitalito Mujeres.
A las vigas de esas casas
que han dejado morir,
a la droga y los paraos
de la Rosa a Pasquín,
a los sueños de esos hombres
que prefieren dormir
en una manta de piedras.
A la Viña,
hoy se lo brindo a la Viña,
cuando deje de cantar
que me hundan sin más
en tus aguas, vida mía,
y que Dios me dé el perdón
por negarle el corazón
a mi Santa María,
mi barrio Santa María.
Antonio Martínez Ares - Comparsa "La Revolucion" (2002)
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