Como yo no tengo nada que darte
haré un hechizo para salvarte,
abriré el librito de los conjuros,
doscientos cuatro, doscientos uno:
aquí está, Cádiz y su Carnaval.
Pa librar a esta tierra de los agravios
hace falta un pito reglamentario,
no decir nunca que estoy parao,
que está aquí la tele, so desgraciao.
De vez en cuando una octavillita
(pa que lo entiendas, la voz finita)
y no abusar de los contraaltos,
que no se enteran qué estás cantando.
Un redoble de sol, un platillo de sal,
quince almas dispuestas
a seguir el compás.
Poco a poco los tenores,
las segundas, las guitarras,
di "chiquilla que te quiero,
cada día estás más guapa",
coge aire que ya empieza el conjuro
y a cantar, a cantar, a cantar.
Cai de mi corazón,
mi brujita marinera,
de luna cascabelera,
mi niña hechicera,
aquí estoy contigo.
Conviérteme en lo que quieras,
en olita o en tronera,
pero ponme a tu laíto.
Dime tú, cielito mío
¿qué me has dao de beber?
Por más que intento olvidarte
más me atrapa tu querer.
Vámonos, vámonos,
que esto va sonando mejor;
vámonos, vámonos,
que esto va sonando mejor.
Ay, amor de mis amores,
tú me embrujas el corazón;
si es que veo tu carita
perdío estoy yo.
Tú me enrabias, tú me encelas,
yo no sé que voy a hacer,
vámonos los dos juntitos
por febrero otra vez.
Vámonos, vámonos,
que esto va sonando mejor,
vámonos, vámonos,
que esto va sonando mejor.
Antonio Martínez Ares - Comparsa "El Brujo" (1995)
No hay comentarios:
Publicar un comentario