No habrá más baile de salón
ni carrozas con caballos blancos,
no harán ropa de oro los duendes
ni cristales finos pa tus zapatos.
Tu hada madrina no vendrá
a llevarte de noche a palacio,
no sueñes más con ser princesa,
que esta historia, niña,
se ha terminao.
Ya te sonó el reloj,
marcaron las doce,
deja de bailar,
corre que te corre,
regresa a tu rincón,
una casa con almohadas blancas
y una bruja que te ha partío el alma,
todo se transformó,
la carroza explotó,
volviste a ser normal
sin piernas y sin zapatos de cristal.
Brujas de verdad, brujas sin piedad,
que forman sus encantamientos,
reyes sin color, reinas con dolor
y princesitas por los suelos,
basta, basta, basta...
basta de matarnos cenicientas
con escobas asesinas.
Hadas para qué, hadas para quién,
si ya no hay principe que busque
un piececito a su medida.
Ya no habrá baile de ensueño
ni finales con un beso,
que el reloj marcó tu vida,
duérmete y no llores más, princesa mía.
Ay, paloma de mi alma,
borra a la bruja de España,
bórrala, que yo no puedo,
que estamos hartos de vivir
siempre con el mismo cuento.
Antonio Martínez Ares - Comparsa "Doremifasoleando" (1992)
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