Hoy en día permanece
la flor sobre los escombros,
el silencio a la explosión
y la sonrisa de un niño
a los llantos tormentosos.
Se abolieron los instintos,
prevalece la razón
para que muchas familias
no paguen con su dolor
el tributo que otros llaman
impuesto de rebelión.
Resplandece la alegría
en la oscuridad del miedo
en una bandera blanca
pero con parches muy negros
que reflejan el dolor
y los sufrimientos de un pueblo
Ese es el precio que hubo que pagar
para alcanzar la libertad.
Jamás, ya no habrá jamás
quien pueda brindar
por un atentado,
no habrá
la mirada del horror
en la cara de dolor
de otro secuestrado.
Jamás, ya no habrá jamás
quien viendo llorar
sienta que ha ganado.
Los gritos se han callado,
los llantos se han secado,
y en el punto de mira
está la tranquilidad.
Formemos un gran lazo
el resto del país
con el pueblo vasco
para que en España
podamos vivir.
Francisco Javier Márquez Mateos / David Márquez Mateos - Chirigota "Los Hijos del Lama" (1999)
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