Quizás, después de tanto esperar,
prefiera seguir buscando a su guía;
quizás no le haga falta el hogar
que le dio el calor, amor y alegría;
que le dio el calor, amor y alegría;
así, ha decidido vivir
dejándose llevar sólo por su conciencia,
con ese instinto animal,
que sirve para demostrar
que tiene nobleza.
Hoy se le ve por la calles
sin casa y sin rumbo,
con esa pena de un perrito vagabundo.
Sus ojos quieren ver
la luz de la esperanza,
y sigue año tras año sin darse cuenta
que un día su dueño se murió en el hospital,
es un ejemplo para los hombres
de cariño y humanidad.
Allí está mi amigo Canelo,
en la puerta de Residencia,
pasando las horas en vela
con sus lagrimillas y con su inocencia.
Si algún día quisiera el destino
que termines en la perrera,
dirige tu noble mirada
hacia tus verdugos, a ver si se enteran
que vayas donde vayas
te tiene puesto tu dueño un altar
para que cuando subas al Cielo
ponerte a su vera y poderte abrazar.
Francisco Alcántara Pedemonte / José Luis Alcántara Pedemonte - Comparsa "Golpe a Golpe" (1998)
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