A mi tango de Argentina
yo le vi a cambiar el ritmo,
le daré más alegría
y convertiré en tanguillo.
Con mi voz del Mar de Plata
desgarrada de cantar,
acá traigo, tierra guapa,
este tango que desata
la pasión en Carnaval.
Yo conozco a uno
que cuando bebía
creía en su copa
sólo las gotas
de la alegría.
"Qué cojones tengo",
siempre me decía,
"que en las reuniones
no hay quien iguale
la gracia mía.
Ponme otra copita,
ya me vi entonando",
y así una tras otra,
qué gracia tenía el gachó;
fue la envidia de to los amigos
con una copa de vino
clavada en el mostrador.
Yo conozco a uno que decía
que en una copa de vino
encontraba su descanso,
y antes de dormir la borrachera
le daba a su compañera
palizas y malos tratos;
yo conozco a uno que bebía
y un día se vio delante
de un juez por maltratador,
y ese día dijo: "Señoría,
yo no supe lo que hacía,
la culpa fue del alcohol".
Seguro que tú conoces a alguno
que es el que más gracia tiene
con una copa en la mano,
con una copa en la mano,
y que en su casa es un cabrón.
Rafael Pastrana Guillén / José Ramón Zamora Cabeza - Coro "Los Tangueros" (2010)
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