Al escuchar los compases
de la falseta de nuestro tango
la sangre me arde en las venas,
no podré nunca evitarlo.
A la vez, como un sedante,
que me llena de alegría,
te quita todas las penas
casi por arte de brujería,
y si suenan unas palmitas
llevando el ritmo, no sé que haría.
Porque es que nuestro tanguillo
está creao pa que se pueda bailar
con esa gracia exquisita
que Dios le ha dao a mis paisanas.
Arráncate, niña guapa,
saca ese arte de torbellino
que llevas dentro
y dale vida a mi cante,
que al igual que un buen amante
se está muriendo de celos,
y aunque sientas escalofríos,
chiquilla, sigue bailando,
demuéstrale a Cádiz entero
con tu salero
que esto en un tango.
Enrique Láinez Ariza / Manolo Torres Vela / Juan Poce Blanco - Coro "Entre Pitos y Flautas" (1981)
No hay comentarios:
Publicar un comentario