La vida es la fábula de dos hermanos,
el sueño de un dios
que reparte a la suerte
a cuál de los dos
toca ser el tirano
y a cuál el esclavo
que sirve a la muerte.
La vida de esclavo es la vida más bella
la da el amor de verdad
y enseguida echa a andar
por las calles del barrio,
andar, que es salir a buscar
al amante en el mar
y al amigo en la escuela
Vivir sin dejar de sentir
que para ser feliz
basta lo necesario
Sábanas, habiendo sábanas,
habiendo luna, mantel y guitarra
para la canción,
aventura en el alma,
lluvia en los portales,
ternura, finales,
y cien carnavales
que siempre se claven
en el corazón,
y sin un dios que te pida
lo que la otra vida
te está reservando.
Mientras sigamos cantando
no hace falta la oración.
Qué bonito es vivir la vida,
la que camina sin leyes,
la de la gente más sencilla,
la que soñaron los reyes,
la que no usa más uniforme
que el de su piel de canela,
la que no necesita orden
ni relojes ni sirenas.
La de los niños corriendo,
la de los hombres pescando,
la de la tarde muriendo
y el horizonte sangrando.
La de la luna de miel
cada noche en cada alcoba,
donde los ladrones roban
los tesoros del placer.
Lástima de despertar
de esa vida que soñaba,
pero en la fábula al final
el tirano siempre gana,
lleve una gorra de plato,
lleve una constitución,
lleve una gaviota sin corazón,
o una rosa roja desesperada.
Es un castigo eterno,
pero donde haya un gobierno
¡nuestra vida se acaba!
Juan Carlos Aragón Becerra - Comparsa "Los Peregrinos" (2017)
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