Es la mujer de mi vida
y así será para siempre,
yo no la doy por perdida
y es mía porque así se siente.
Ella no quiso marcharse,
nunca ha sido ave de paso
de una sola primavera
y yo la llevo en mi sangre
y la pinto en mis brazos
por ser la primera,
la primera que me deseara
por cada momento,
la primera que sin querer hizo
suyos mis lamentos,
la primera que me vio llorar,
la primera a la que desvelé,
y en meterme en su cama primera
para que supiera
qué es una mujer.
La mujer de mi vida
fue la primera a quien yo
le robé un beso,
la mujer de mi vida
fue la primera a la que
yo eché de menos.
La mujer de mi vida
es dueña de mi sangre,
mi cuerpo y mi nombre,
y la que se empeñara
en darme el oficio
de ser este hombre,
la primera en demostrar
cómo se entrega el alma
sin pedirme a cambio na,
en darme lo que ella
y sólo ella puede dar,
la que más he querío
y la que más me querrá.
La primera es ella y nadie más
y nunca habrá quien
se le pueda igualar,
aunque otra en la calle
me encuentre algún día.
La mujer de mi vida
es mi madre del alma
y hasta que me muera lo será.
Francisco Trujillo Jiménez "Catalán" - Comparsa "Los Gobernantes" (2012)
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