Siempre adelante y siempre a la izquierda,
grito de guerra y voz sindical,
ni nos domaron ni nos doblaron
ni nos van a domesticar.
Adiós, don Marcelino Camacho,
la lucha obrera huérfana está.
Quien fuera padre del sindicato
se fue del mundo cantando
la Internacional.
Se acerca la lucha final,
en pie famélica legión,
ya llega el fin de la opresión,
oh parias de la tierra.
Recuerda lo que vivimos,
señor Marcelino,
en nuestra primera huelga general.
Ahora España va a la calle nada más
si gana en un Mundial.
Trabajadores que se aburguesan
frente a la tele que los anestesia,
que los anestesia y hace que olviden
que siempre hubo que luchar
para ser libres, para ser libres,
y sindicatos al servicio de un gobierno
que los maneja cual sutil titiritero
y que consigue que rindan a su juego
y se aparten de la guerra del obrero.
Nos van a domesticar,
sé que nos van a domar
porque nos han dividido.
Ay, qué penita me da
de ser un borrego más,
qué pena, don Marcelino.
Jesús Bienvenido Saucedo - Comparsa "Los Currelantes" (2011)
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