Como el levante, como el mar,
como la sal, la claridad,
como la espuma y las olas,
igual que las puestas de Sol
o las delicias del rumor
guardao en cien caracolas.
Como un oasis del desierto
regalando al beduino su frescura,
así era el cante del maestro,
monumento a la belleza y la jondura.
El heredero natural
de toa la esencia del lugar
y de la escuela más pura.
Tu barca se encalló
frente a la Cárcel vieja,
Chano de mis entretelas,
y tus cenizas se volcaron y nos dejas
un corazón con duquelas.
Tu barca se encalló
con tu herencia más rica,
y aunque nos quedaron
todos tus cantes en la memoria
ya de Cádiz tú eres historia
y esa pena a mí me salpica.
Por Santa María ya no hay más cante
que la congoja,
no me pida nadie que coja
por la calle la Botica.
Francisco Rosado Rodríguez / Antonio Beiro Baro - Chirigota "Las Niñeras Mágicas Gaditanas" (2010)
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