Se ven la mar de mozuelas en esta tierra
que detrás llevan los novios como las perras.
Gastan muchos meringotes y coloretes,
no saben como escuenderse tantos churretes.
A algunas le llega el jato hasta la roílla,
me hacen gracia los caprichos de estas chiquillas.
Respingando por la calle van como locas
y se ven algunas patas como pijotas.
Allá en el pueblo las chavalas son más naturales,
no saben pintarse la cara ni hacerse lunares.
Se lavan sólo con el agua que es muy cristalina
y aquella que quiera empolvarse se da con harina.
Al novio lo miran allí de cualquiera manera
y toitas las conversaciones son por la gatera,
y cuando ya quieren casarse se dejan de líos:
con porra entro y porra juera to sa concluío.
Hemos visto aquí en Cai mucha limpieza,
porque el ayuntamiento tiene vergüenza.
Muchos envidiosos dicen que son pamplinas
pero es porque no sabieron hacerlo asina.
El forastero de afuera se fija en esto
y los días que está en Cai pasa contento.
Y este verano que viene si asina sigue
va a venir a bañarse a Cai hasta el Musoline.
Al ver frondosos los jardines se me cae la baba
y algunos dicen que debían sembrarlos de habas.
Lo que me parece que estorban son los arbolitos,
porque le tiran los bombines a los señoritos.
Está esto la mar de precioso con tanto alumbrao,
aquí se gastan los jineros con mucho cuidiao,
y ya se ha dio la mar de plata en cosas de lujo.
¡Que viva el ayuntamiento y aquel que lo trujo!
Manuel López Cañamaque - Chirigota "Charanga Lugareña" (1931)
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