Maldita sea mi vida,
sigo atao en mi amargura,
aún te lloro sin querer
y aún te quiero con locura.
Sólo yo, día tras día,
viviendo entre sueños,
entre mi agonía,
qué triste ser dueño
de una fantasía
que no es más que el viento
que araña mi vida.
Y aquí entre estas cuatro paredes
el sol no brilla jamás
ni las golondrinas vienen.
Y aquí cuento los días y las horas
que no te he podido ver
y que he estao llorando a solas.
Como el cristal que se enciende
yo me vuelvo loco tan sólo por verte,
yo brillo si brillas, si te apagas muero.
Sin ti no soy nadie, tan sólo un espejo.
Loco, tanto como puedo,
como una condena de eterno te quiero,
reflejando siempre la plata que llevas,
yo soy ese loco que pide a voz llena:
verte volar, verte volar, verte volar, ¡verte volar!
Antonio Martínez Ares - Comparsa "De Locura" (1986)
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