Si me mataran a un hijo
caería en la locura,
mucho más si ni siquiera
puedo darle sepultura,
puedo darle sepultura
porque cuatro hijos de puta
la verdad siguen callando,
y le cubren las espaldas
abogados del diablo.
Aunque de izquierda sean mis ideales
yo me cambiaba de bando
porque esos criminales
hubieran dado con Franco:
cuatro cosquis por aquí,
otros cuatro por allí,
y ya te digo yo a ti
si terminaban hablando.
¿Qué clase de derechos,
justicia ni clemencia
merecen unas malas bestias
que esconden un cuerpo
y guardan un cuerpo
sabiendo a conciencia
que dejan a unos padres para toda la vida
malviviendo en su amargura?
Debería el juez de apreciar esto
y condenarlos por tortura.
Yo no quiero ni pensarlo
pero si a mí me tocara
no tendría los cojones
que tuvo ese hombre
de estar en el juicio
y verlos cara a cara.
Si a mí esto me pasara
no tendría tanto aguante,
no podría ser tan fuerte,
tan noble y tan elegante,
porque mi vida sería una puta obsesión
que se acabaría
cuando salgan de prisión
y me los lleve p'alante.
José Manuel Martínez Sierra / Rafael Valero Castellón - Comparsa "El Coliseo" (2012)
Gran pasodoble si señor
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