El gobierno vende pisos
de treinta metros cuadrados
pa el que esté tieso del to.
Yo compré uno en enero,
puse el salón y el ropero
pero ahora no entro yo.
En mi casa no hay un bicho,
que eso es algo que no he dicho,
se lo puedo asegurar;
para ver una lagartija
tiene que salir mi hija
pa que el bicho pueda entra.
Aunque el piso es chiquitito
tiene ventajas muy grandes
y estoy feliz de tenerlo.
Ahora ya no saco al perro
porque pa sacar al perro
primero habría que meterlo.
Mis treinta metros cuadrados
tienen cosas que me alegran:
cabemos yo y mi parienta
pero no cabe mi suegra.
Fíjate si el piso es chico
que escuche al coro de Quico
en un video del teatro,
y al verlo yo casi lloro
pues de cuarenta del coro
solamente entraban cuatro.
Y pa mi desesperanza
pongo al Cádiz en el Carranza
en partido matutino,
Benjamín remata un corner
y como el piso es tan chico
marca en casa del vecino.
El vivir tan apretao
hacen que se desarrollen
los recuerdos familiares,
pues me acuerdo to los días
del que me ha vendío el piso
y de su puñetera mare.
José Guerrero Roldán - Chirigota "Los que no paran de rajar" (2006)
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