Se puede amar
un cachito de tierra,
se puede amar la tradición
y que nunca se pierda,
se puede amar a una ciudad
y no tener por qué vivir en ella,
Antonio Burgos dijo bien:
un gaditano nace donde quiera.
No sé por qué tenemos que afrontar
esa guerra entre los pueblos
de nuestra tierra.
Tengo, tengo campos y tengo mares,
y tengo pueblos que adornan la Sierra,
tengo una capital dorada
que hoy nos abre sus Puertas de Tierra.
Y es que Cádiz hasta por los mares
siempre estuvo abierta.
Por favor,
que tengo una Luna que de noche
brinda su amor;
por favor,
pueblos de mi tierra, no neguéis mi voz.
Yo no creo que Cai termine en la Viña,
Cai se escapa al Puente hasta Puerto Real.
Niego a los que vienen de otros pueblos
y se ponen en guerra
negando a la capital,
y niego al que ofende a los pueblos
llamándoles catetos.
Dígame usted
si traiciono a mi pueblo,
dígame usted, ya que está aquí,
cuántos millones tengo.
Tal vez si pueda ronear
de sacrificios llenitos de sueños,
y de buscar mi inspiración
perdiendo muchas horas de mi tiempo
para que venga gente a confundir
echándonos a las espaldas
a todo el pueblo.
Ellos,
ellos son el monopolio
que manipula lo malo y lo bueno;
ellos
son los que en este teatro
se están forrando a costa del ingenio
Que nosotros venimos de balde
sólo por un premio.
A pagar,
que el aficionado también
paga por escuchar;
a pagar,
que hasta a mí me cuesta
venir a cantar.
No hay televisión ni radio con payasos,
ni prensa traidora que levanten na,
nuestro Carnaval lo levantamos
los que damos la cara
diciendo aquí la verdad,
pa que encima cuatro embusteros
nos llamen peseteros.
Francisco Alcántara Pedemonte / José Luis Alcántara Pedemonte - Comparsa "Bahía de Cádiz" (2005)
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