Tantos años en carretera
me han dejao bastante claro
que cometer imprudencias
aquí se paga muy caro.
Equivocarse es de humano,
pero en el preciso instante
que se tiene un accidente,
lo más sensato, lo más sensato
es preocuparse, pararse a prestar ayuda,
¿a quién coño va a importarle
quién pudo tener la culpa?,
si una llamada, con tan sólo una llamada
se salva una vida humana.
No somos perfectos,
eso lo entiendo,
pero ¿qué clase de animal puede hacer eso?,
¿quién pue tener la sangre fría
de fugarse y mirar por el espejo?
Hablan de arrepentimiento,
pero ¿cómo se perdona
al que no tiene sentimientos,
al que atropella a una persona
y no se para a socorrerlo?,
portándose como los perros
que muerden y salen,
y salen corriendo.
Juan Manuel Braza Benítez - Chirigota "Los Aguafiestas" (2006)
No hay comentarios:
Publicar un comentario