Sabía un camino,
camino entre piedras,
que un día me enseñara
que un día me enseñara
una bella sirena.
Y a la luz de la luna
Y a la luz de la luna
como un romance
me citaba con ella,
me citaba con ella,
por testigo el levante,
por testigo el levante;
su vestido de plata
por testigo el levante;
su vestido de plata
se recostaba sobre el aguaje
y su larga melena
y su larga melena
envolviendo el paisaje.
Yo me perdí tantas noches,
sirena mía, por ir a buscarte.
Quisiera ser un marinero
Yo me perdí tantas noches,
sirena mía, por ir a buscarte.
Quisiera ser un marinero
para subirte a mi barca
y bajo un palio de estrellas
y bajo un palio de estrellas
remar sobre los bucles del agua;
quisiera ser marinero
para poder presumirte de atardeceres,
tostao de soles, tostao de soles,
y el postín de mi quilla
dejando blancos tirabuzones
mientras tú coqueteas
al rumor de canciones
y se mueren de envidia
tu celestial corte de tritones.
Vente, vente a mi regazo y cuenta
si allá en las profundidades
la libertad no se necesita
porque eres libre en aguas benditas.
Cuenta si verdad están viviendo
allí como reina las mojarritas.
Déjame perderme como en el idilio
de un adolescente.
contigo por esos mares
qué saben las gentes de sueños de amores
Y que nos lleve la corriente.
quisiera ser marinero
para poder presumirte de atardeceres,
tostao de soles, tostao de soles,
y el postín de mi quilla
dejando blancos tirabuzones
mientras tú coqueteas
al rumor de canciones
y se mueren de envidia
tu celestial corte de tritones.
Vente, vente a mi regazo y cuenta
si allá en las profundidades
la libertad no se necesita
porque eres libre en aguas benditas.
Cuenta si verdad están viviendo
allí como reina las mojarritas.
Déjame perderme como en el idilio
de un adolescente.
contigo por esos mares
qué saben las gentes de sueños de amores
Y que nos lleve la corriente.
Joaquín Quiñones Madera / José Martínez González - Comparsa "Suspiros de Cádiz" (1992)
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