Más o menos a las cuatro y diez
de una tarde cuajada de Sol
don Manuel Camacho Francés
al Cielo se fue reclamado por Dios.
La tristeza del viejo camposanto
se puso más triste, el Sol se hizo sombra,
el silencio fue roto y alertado
por unos compases de una hermosa copla:
"Cuando nace una criatura
entre sabanitas blancas
lo reciben con dulzura
entre mimos y alabanzas."
Cuando terminó tan bella estrofa
la voz del romancero se quebró
porque a su alrededor creció la pena
y lo embargó.
Ay, ya se fue Manuel,
ya no hará mas poemas para su Cádiz
ni mas piropos ni mas romances para su Puerto,
pero deja la huella profunda de lo bien hecho
como padre y amigo como maestro del Carnaval.
Ay, ya se fue Manuel
a las cuatro y diez de aquella tarde,
tan cuajada de sol y de luto,
las coplas de Cádiz
lloraron al Chusco.
Diego Caraballo Blanco - Comparsa "Caballos Andaluces" (1987)
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