En esta corta vida todo son penas y sin sabores,
culpa de la soberbia, del egoísmo y de la maldad,
esa maldita guerra que se aproxima
será del mundo la gran ruina,
la destrucción de la humanidad.
De una manera genial
deben buscarle su fin
procurando que reine la paz,
con muy buena fe, viviendo feliz.
Las madres por caridad
lo piden de corazón
viendo que sus hijos mueren de traición.
Hombres de más conciencia
luchan continuamente
por ser las armas
de la ciencia,
las que a la muerte podrán vencer...
Con la estrectomicina y muchas drogas más
a millones de seres han logrado salvar...
¡Los que quieran la guerra,
su propia sangre debieran dar!
Ocurren tantas cosas por esa falta del alumbrado
porque sin avisarnos se queda oscura la población,
con estos laberintos muchos disfrutan,
a viejos verdes también les gusta
aprovecharse del apagón.
Lo mismo el Campo del Sur
que en el Parque Genovés,
poco importa que falte la luz,
bastante mejor, pues nada de ve.
Si al cine suele usted ir
supongo que sufrirá,
y la pobre suegra
todo es suspirar.
En la Plaza de Mina,
es cosa de fijarse muy bien,
los novios como estatuas
que las manitas no se les ven.
Una joven decía a su novio Ramón:
ni un platillo volante
matará mi pasión,
¡Viva la Sevillana
y que dure mucho el apagón!
Juan Poce Blanco / Eduardo Delgado Camelo - Coro "Los Jazmines" (1951)
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