El 18 de agosto del año en curso Cádiz veía
la pérdida dolorosa
de una de sus factorías,
noche que no olvidaremos
por lo triste y lo fatal.
El terrible siniestro
sembró la muerte
entre muchas personas
sin que faltasen niños inocentes.
A los pocos minutos
de la explosión
la noticia cundía
por la nación.
Gracias a una emisora y a sus servidores
llegaron ayudas de otras poblaciones.
Con toda su alma socorro pedían,
si no Cádiz entero sucumbiría.
Es la Transradio Española
la que angustiosa llamaba,
mientras que en los que allí habían
sus lágrimas asomaban.
Que no se olvide en la vida
este acto tan humano,
porque el que no lo agradezca
que no se precie de gaditano,
pues le debemos la vida
seguramente a los ciudadanos.
(Música del Coro "Los Anticuarios" de Antonio Rodríguez "Tío de la Tiza")
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