Para ser coplero de Carnavales te hace falta
un grupo de hombres que cante a muerte
lo que tú escribas,
lo que tú escribas,
y el mejor de todos los grupos ha sido el de Paco Alba,
ese viejo grupo que defendió siempre su poesía.
Cada vez que escucho lo del Vaporcito
recuerdo su cara, su amor al cantar,
recuerdo sus manos que tanto enseñaban,
manos que guardaban por cada vez que ellos actuaban
para la viuda una parte igual,
para la viuda una parte igual.
Ay, Moreno, Emilio, Monzón, Chatín y Moreno,
Carlos y Galán, Juanaco y el resto,
siempre cantando por Paco Alba
hasta después de muerto.
hasta después de muerto.
Ay, los copleros,
los que se han llevado cuarenta años por toda España
llevando el nombre de su maestro.
Ay, igualito, hermano, que los farsantes que ahora se ven,
venga componentes de un lado a otro por interés.
Gente que en la calle no puede verse
y aquí se abraza, como si nada.
Este año contigo y para el siguiente paso de ti,
qué de mercenarios de nuestras coplas se ven aquí.
A ver si aprendemos de la lección de esos caballeros,
que no se vendieron nunca por un premio.
Francisco Javier Sevilla Pecci / Constantino Tovar Verdejo - Coro "La Calle del Arte" (2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario