Cuarenta y cinco años
cantando a Cai enamoraíto,
cuarenta y cinco años
con sus te quiero y sus cariñitos;
vino como bandolero
y de ti se enamoró
y acude cada febrero
pa dejarte su canción;
quizás un novio más,
quizás tu trovador.
Yo se que en el paraíso
por cualquier rincón
sigue sonando aquel
babababá de Charlot,
igual que Simios, Israel,
Raza Mora, Cantares,
lo que canta Dios.
Dicen si la bendicen
que algo tendrá ese agua,
y del Puerto a la Caleta,
bautizao entre sus piedras,
como Pedro el gran majara.
Un señor comparsista,
el director más grande,
mi amigo y compañero,
permita nuestro maestro
por respeto que al cantarle
nos quitemos el sombrero.
Que sin él como se ve,
ay, la canción no suena igual;
ay, sus dos brazos son los remos
que nos hacen navegar.
Este barco sin patrón,
ay, es un barco de mentira,
y a ti nadie te retira,
por ti nosotros damos la vida;
ay, me cachis en la mar,
ay, me cachis en la mar.
José Antonio Valdivia Bosch - Comparsa "Bibbidi Bobbidi Buu... Los Cenicientos" (2007)
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