Recuerdo que de niño
mi alma rebujaba
los cantes del Mellizo
con los de Manolo Vargas,
y en los silencios de los quiebros de la Perla
las palmas redoblándose como campanas,
como campanas, como campanas.
Y no sabía
por qué cuando sonaban aquellos compases
me estremecía
con mil escalofríos que al multiplicarse
me iban llevando a un paraíso
de gloria y canto
que Dios no hizo,
que lo hizo el hombre
de Andalucía
exprimiendo de sus penas
la sangre de la alegría,
exprimiendo de sus penas
la sangre de la alegría.
exprimiendo de sus penas
la sangre de la alegría.
Y aunque pasaron los años
ya nunca me abandonó
esa pasión cantaora
que a todas las horas
la vida me llena,
y que me libra del llanto
lo mismo que tanto
de amor me envenena.
Y cuando escucho un payaso ignorante
haciendo chistes conmigo y mi cante,
nada más que se me ocurre decirle: lo siento,
pobre de ti tú que necesitas rezar
porque no sabes cantar
Flamenco.
José Manuel Sánchez Reyes / Juan Carlos Aragón Becerra - Chirigota "Robinsón de la Isla" (2006)
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