Que no hay nadie profeta en su tierra,
eso dicen en los libros santos,
y en su vida tendrá dos pesetas
ni consuelo para su quebranto
y será una flor que se seca
por regarse con su propio llanto,
esto sé que lo que dijo el profeta,
por lo tanto de nada me espanto.
Pero lo que más me inquieta
que murmure cierta gente,
y critiquen a un poeta
sólo porque a su Caleta,
le canta constantemente.
Yo canto a la tierra mía
y hasta por ella me embargo,
no entiendo de habladurías
ni me quitan la alegría,
ni me aburren, ni me amargo.
Que sepan los derrotistas
tiene cuerda el comparsista
todavía pa un rato largo.
Francisco Alba Medina - Comparsa "Los Beduinos" (1966)
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