Le leímos hace poco,
con estilo tan sólo suyo,
lo que ha escrito ese paisano,
honra y orgullo del gaditano.
Es poema y es lamento
de quien ya no escribe más,
ese fue mi pensamiento
al leer tu testamento,
Don José María Pemán.
Tu testamento,
con estilo tan sólo suyo,
lo que ha escrito ese paisano,
honra y orgullo del gaditano.
Es poema y es lamento
de quien ya no escribe más,
ese fue mi pensamiento
al leer tu testamento,
Don José María Pemán.
Tu testamento,
todo él cuajado está
de interrogantes;
a quién le dejo,
tú lo sueles preguntar
a quién le dejo,
tú lo sueles preguntar
a cada instante.
Si yo pudiese heredarte,
sólo quisiera, Pemán,
tu pluma maravillosa
y tu mente prodigiosa,
y para qué quiero más.
En esa herencia grandiosa,
sublime y hermosa
Si yo pudiese heredarte,
sólo quisiera, Pemán,
tu pluma maravillosa
y tu mente prodigiosa,
y para qué quiero más.
En esa herencia grandiosa,
sublime y hermosa
de tu testamento
hay una joya preciosa
que llevas guardada
hay una joya preciosa
que llevas guardada
en tu pensamiento.
Esa es tan tuya, tan tuya,
que no has preguntado
a quién le dejo esta pena
que por dentro estoy llorando.
Esa es tan tuya, tan tuya,
que no has preguntado
a quién le dejo esta pena
que por dentro estoy llorando.
Ricardo Villa Ragel - Comparsa "Los Chulapos" (1969)
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