Se ven por ahí muchos pollitos,
que elegantemente van seguramente,
con el fijador van muy bonitos,
algunos se dan hasta en la frente.
Hay quien no puede comprar esas cosas
y se dan aceite de las mariposas.
Otros son calvos y se gastan la luz
en cajas de betún.
Por lo regular los sombrereros
han de renegar de estas pamplinas
y maldecirán al mundo entero
y al que inventó la vaselina.
Todas las cosas más insípidas,
que a veces son más ridículas,
se aprenden en las películas.
Así es que no es cosa inventada
esas cabezas tan peinadas.
Hay quien parece un catedrático
y luego resulta un rústico
completamente gaznápiro.
Esas cabezas engrasadas,
en ciertos casos no sirven de nada.
Manuel López Cañamaque - Chirigota "Los Gauchos" (1932)
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