Hay niños que no recuerdan
cuando fue el último beso,
que no han sentido la llave
de la puerta del cariño;
niños que nunca suspiran
cuando se oscurece el miedo,
que juegan a pistoleros
dándole muerte a otros niños.
Hay chiquillas sin vergüenza
pues sus madres las vendieron,
criaturitas que rebuscan
la basura pa comer.
Hay niños que abandonan
a los pies de un escombrero
viendo estrellas en el cielo
como el niño de Belén.
Negritos navegando a la deriva
y que ahogan la esperanza
pues no llegara su barca
a la tierra prometida.
Princesas que se esconden tras un velo,
niños que se creen muy hombres,
niños ricos que son pobres
pues tan solo tienen dinero.
Niños que piden a gritos:
deja ya a mi mamá.
Niños que se han vuelto viejos
de tanto trabajar.
Niñas que van a la cama
lo mismito que va
una oveja al matadero.
Por las noches,
en cuento cae la noche
y la oigo suspirar
veo en sus ojos llorar
a los niños de la muerte;
yo la acuno pa dormir
y me digo para mí:
Dios bendiga su suerte.
Antonio Martínez Ares - Comparsa "La Revolución" (2002)
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